Últimamente...
Últimamente las arpas, armónicas, violines,
no sonaron en el salón desvelado que me guarda.
Los peces muertos de un río viven en mares de soberbia.
La codicia se codeó con un amigo que ganó su pelo y perdió sus mañas.
Últimamente!...
estoy en la barandilla indeterminada del espíritu y la materia,
en el fuego cruzado de los besos que se apagan al llegar el resplandor
de la mañana,
en el insomnio protagonizando la diáspora de la mente,
en los carteles felices de hoy que recuerdan indultos pasados.
Últimamente: los últimos serán los primeros,
los primeros serán los últimos,
¡pero la victoria hay que alcanzarla!
Últimamente, los malvones de mi idilio,
tuvieron tanta agua que se pudrieron.
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