Pensar que algunas veces entré en laberintos de amor,
viviendo sin vivirlo,
evidenciando lo opuesto,
descorazonando mi observación.
El fantoche que represento hoy
(en menor medida)
sobrevivió a la ceguera.
De nuevo sólo.
Quise mantos de engaño descorrer,
los descorrí,
pero volvílos a poner en su lugar,
y ante ésto pregunto:
¿cuántos creyeron descorrer ésto que miradas tapa?
De ello no tengo certeza,
pero sí, de ser aprendiz hasta retirarlos...
Aunque condiciones éstas parécenme hundir en huracanes de risa,
burla, murmullos...
Pero no como la tu persona al caminar,
presa del pasado,
visible a los ojos del prejuicio,
lo que lenguas sepultureras excrementan al tu nombre oír.
viviendo sin vivirlo,
evidenciando lo opuesto,
descorazonando mi observación.
El fantoche que represento hoy
(en menor medida)
sobrevivió a la ceguera.
De nuevo sólo.
Quise mantos de engaño descorrer,
los descorrí,
pero volvílos a poner en su lugar,
y ante ésto pregunto:
¿cuántos creyeron descorrer ésto que miradas tapa?
De ello no tengo certeza,
pero sí, de ser aprendiz hasta retirarlos...
Aunque condiciones éstas parécenme hundir en huracanes de risa,
burla, murmullos...
Pero no como la tu persona al caminar,
presa del pasado,
visible a los ojos del prejuicio,
lo que lenguas sepultureras excrementan al tu nombre oír.