Cuando el cansancio enconos te deje deslizarte,
Como niña que se columpia,
en suave cadencia hacia mis impulsos…
sentirás,
creerás,
vivirás…
Porque los últimos
vestigios de ti
-caerán- inexorablemente sobre mi cuerpo,
golpeándose como platos en el suelo.
Atraparás el esplendor de la noche,
El fulgor del alba que te entregue mares de sorpresas,
Maravillas que abrirán
tus ojos,
Aún en medio del desierto.
Mis palabras no serán
acero,
Porque no buscan tu luz,
Si no despertarte;
Sutiles hablarán de volcar en tu ser
-sueños, derroteros, musas, caminos, enfado, ternura-
Y quieren alcanzar tu lado oscuro,
Pero persigo tu claridad y resplandor. Porque:
entre las sombras me quedo,
Entre las sombras me voy,
Me hundo en tu
destino
-Para encandilarme-
Me lanzo para esconderme del abismo
-de asesinos de esperanzas- .
Es porque quiero resguardarme en piel,
Perderme…
Evadirme de los ladrones de la alegría,
Porque sé, me devolverás
-el arco iris- que me arrebataron.
Qué leve me mecería, si fuera, acaso…
Tu cuerpo, las luces del día,
La claridad podría encontrar,
esperarla contigo, si se diera…
Mientras en mi regazo…
Ahora dibujas
pensamientos de quienes no respirarán tu aire,
Es ahora, que coloco,
un esbozo asintiendo
esa pobre idea que sin mi,
fluyes en tu paisaje favorito.
Otra vez el color de tu sonrisa se apaga,
Y me desvanezco en encontrarme.
Cuánto más daría pero falta:
Tú desliz de lápices que me pinten la noche,
Cada día, cada tarde,
cada codo a codo que podría...
Porque es la tentativa de mi espera,
No busco el secreto,
no quiero que me lances a los que se sueñan…
Porque estar cerca no indica mucho,
Lo espiritual de ti, algo;
Pero solo me definiría:
Si tuviera tu
cercanía,
tu espíritu a mi lado y si te fundieras en mí,
tal como si fuéramos una misma sombra,
pero una vivaz como esa estrella que refulge y estalla.
No más seré…
Tu serás y tal vez con el destiempo rías en mis brazos,
(Cuando estén cansados)…
Quizás…
Auqnue cosecharía mi mejor compañía,
En algunas lejanas tierras,
Sin sorpresas o con un brillo éfimero.